Descubren dos nuevas especies de peces en Córdoba: una podría exterminar mosquitos
Un equipo de investigadores de Río Cuarto ha descubierto dos nuevas especies de peces en Córdoba, el Pimelodus maculatus (bagre amarillo) y el Gambusia holbrooki (pez mosquito), este último destacado por su capacidad para controlar las poblaciones de mosquitos. El hallazgo ha sido divulgado en revistas científicas y ha generado un llamado a tomar medidas para controlar la dispersión de especies invasoras.
En un avance significativo para la ciencia y la conservación, un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) ha anunciado el descubrimiento de dos nuevas especies de peces en la provincia de Córdoba, Argentina. El equipo, conformado por especialistas de la Facultad de Agronomía y Veterinaria y el Instituto de Ciencias Veterinarias (CONICET-UNRC), trabajó en colaboración con la Fundación Río Ctalamochita, una organización sin fines de lucro dedicada a la preservación de los ecosistemas acuáticos de la región.
Miguel Mancini, investigador principal del estudio y miembro del INCIVET (Instituto de Ciencias Veterinarias), fue quien lideró el equipo que identificó estas dos especies: el Pimelodus maculatus, más conocido como bagre amarillo, y el Gambusia holbrooki, un pequeño pez mejor conocido como pez mosquito, célebre por su capacidad para alimentarse de las larvas de mosquitos.
Localización del hallazgo:
El bagre amarillo fue identificado en varios cuerpos de agua del sudeste de la provincia de Córdoba, específicamente en el río Tercero y la laguna La Helvecia, cerca de la localidad de Canals. Este pez, que puede alcanzar hasta 50 cm de longitud, es conocido por su adaptabilidad a diferentes hábitats acuáticos y su dieta omnívora, que incluye insectos, crustáceos, peces más pequeños e incluso semillas.
Por otro lado, el pez mosquito fue hallado en zonas más controladas, ya que esta especie es considerada exótica e invasora. A pesar de su origen foráneo, el pez mosquito ha sido introducido en diversas partes del mundo como una herramienta de control biológico para combatir las poblaciones de mosquitos que actúan como vectores de enfermedades como el dengue, el zika y el chikungunya.
El Pimelodus maculatus, o bagre amarillo, es una especie de tamaño medio que habita en ríos y lagunas. Su gran capacidad de adaptación lo ha convertido en una especie dominante en varios ecosistemas de agua dulce en Argentina. Su dieta variada y su tamaño le permiten competir con otras especies autóctonas por recursos alimenticios, lo que plantea un desafío para el equilibrio ecológico de las áreas en las que se encuentra.
El Gambusia holbrooki, por su parte, es mucho más pequeño, pero también es conocido por su capacidad para sobrevivir en una amplia gama de condiciones ambientales. Este pez, que mide solo entre 3 y 7 centímetros de largo, se caracteriza por su alta fecundidad, lo que lo convierte en una especie particularmente resistente y difícil de erradicar una vez que coloniza un nuevo hábitat.
Sin embargo, su principal característica es su capacidad para alimentarse de las larvas de mosquitos. Debido a esta habilidad, el pez mosquito ha sido introducido deliberadamente en varios países con el objetivo de reducir la proliferación de mosquitos, ayudando a prevenir la transmisión de enfermedades. No obstante, su estatus como una de las 100 especies más invasoras del mundo, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), plantea un dilema. Si bien es útil en el control de mosquitos, también puede desplazar a otras especies nativas y alterar el equilibrio ecológico de las zonas en las que es introducido.
El descubrimiento de estas dos especies ha encendido alarmas en la comunidad científica y de conservación. Si bien ambas especies juegan roles importantes en sus respectivos ecosistemas, el pez mosquito es motivo de preocupación debido a su carácter invasor. Su capacidad de reproducción rápida y su resistencia a condiciones ambientales difíciles pueden convertirlo en una amenaza para la biodiversidad local.
En este contexto, Miguel Mancini destacó la necesidad de implementar estrategias para controlar la expansión del pez mosquito y otras especies invasoras en los cuerpos de agua de Córdoba. «El control de especies invasoras es crucial para preservar los ecosistemas locales. No podemos permitir que la introducción de estas especies afecte la biodiversidad de la región», afirmó el investigador.
El estudio de las dos nuevas especies se llevó a cabo a lo largo de 2022. Los investigadores analizaron minuciosamente las características del agua en las áreas de estudio, así como los aspectos biológicos de los peces, incluyendo sus tamaños, estados corporales y periodos reproductivos. Tras meses de investigación, los resultados del trabajo fueron publicados en prestigiosas revistas científicas como el Pan-American Journal of Aquatic Science e Historia Natura.
El libro «Los Peces de la provincia de Córdoba», que fue actualizado al final de 2023, ahora incluye estas dos nuevas especies, aumentando el registro a 52 especies, tanto nativas como introducidas. Esto resalta la rica biodiversidad acuática de la provincia, al mismo tiempo que subraya los desafíos que representan las especies exóticas para los ecosistemas locales.