Desafíos Globales para el acceso al agua.
En medio de una creciente crisis global del agua, el acceso a este recurso vital sigue siendo un desafío fundamental que enfrenta la humanidad en el siglo XXI. A pesar de ser el sexto objetivo de desarrollo sostenible (ODS), más del 70% de la población mundial se encuentra actualmente en situación de inseguridad hídrica.
A cincuenta años del histórico Plan de Agua de las Naciones Unidas, el acceso al agua potable continúa siendo una prioridad urgente. Más de 2.200 millones de personas en todo el mundo aún carecen de este acceso básico, lo que subraya la persistencia y gravedad del problema.
La crisis del agua no solo representa una amenaza para la salud pública, sino también un potencial detonante de conflictos a nivel global. En el Día Mundial del Agua, bajo el lema «Agua para la paz», los expertos recalcan la necesidad urgente de abordar esta problemática que afecta a millones de personas en todo el planeta.
Datos proporcionados por instituciones como el Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef revelan una realidad preocupante: 771 millones de personas carecen de acceso básico a agua potable segura, mientras que aproximadamente 3.500 millones no tienen acceso a servicios de saneamiento adecuados.
El cambio climático agrava aún más la situación, acelerando el estrés hídrico en numerosas regiones y aumentando el riesgo de conflictos tanto dentro de los países como entre naciones. El informe European Climate Risk Assessment (EUCRA) de la AEMA advierte sobre los impactos devastadores del clima en la seguridad energética y alimentaria, la salud humana, los ecosistemas y la estabilidad financiera.
En este contexto, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, y el comisario europeo de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius, subrayan que «no puede haber paz sin acceso universal al agua».
La gestión transfronteriza del agua también presenta desafíos, con solo un número limitado de países que han establecido acuerdos de cooperación para una gestión sostenible de estos recursos. Ejemplos como la gestión del río Tajo entre España y Portugal evidencian las tensiones y preocupaciones que pueden surgir.
El impacto del cambio climático, según el ingeniero agrónomo y técnico de Ecologistas en Acción, Santiago Martín Barajas, está causando «daños irreparables» que hacen que la presencia humana sea cada vez más difícil en vastas áreas del planeta.
La escasez de agua no solo afecta a áreas rurales, sino también a centros urbanos en todo el mundo. Con proyecciones que indican un aumento significativo en la población urbana para 2050, es crucial abordar la falta de agua en estos entornos.
Los expertos enfatizan la necesidad de soluciones innovadoras y sostenibles, como la reutilización y desalinización del agua marina. Sin embargo, también subrayan la importancia de la concienciación sobre la limitación de este recurso vital y la necesidad de una gestión responsable y colaborativa a nivel global.
En última instancia, el acceso universal al agua potable no solo es esencial para el desarrollo humano básico, sino también para mantener la paz y la estabilidad en un mundo cada vez más interconectado y vulnerable a los impactos del cambio climático.