Crece la tensión entre el Gobierno y los Gobernadores.
La relación entre los gobernadores y el Gobierno central de Argentina ha alcanzado niveles de tensión alarmantes, principalmente vinculados a disputas sobre los fondos educativos, el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y Ganancias. Una serie de decisiones gubernamentales ha generado descontento entre los mandatarios provinciales, lo que podría llevar a una escalada en la confrontación.
La situación se volvió más tensa desde las negociaciones en el Congreso sobre el tratamiento de la ley Bases, que terminó siendo devuelta a comisión en la Cámara de Diputados. La aparente cercanía entre algunos gobernadores y la Casa Rosada al comienzo de la gestión ha dado paso a distanciamientos notables.
El conflicto actual se centra en el Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid) y el Fondo Compensador al Transporte Público. Dos provincias, Chubut y Río Negro, han presentado reclamos judiciales contra la decisión del Gobierno de no transferir más fondos a los distritos, anticipando una posible ola de judicialización. La provincia de Buenos Aires también tiene planes de reclamar por los fondos educativos a través de la vía administrativa.
Desde el Gobierno, el portavoz Francos ha asegurado que la eliminación de fondos para el subsidio al transporte público y la retención del Fondo de Incentivo Docente no representan una «venganza» contra los distritos, sino el «cumplimiento de la ley para poner el país en orden».
La falta de acuerdo y la ausencia de apertura a la negociación entre las partes podrían llevar a las provincias a recurrir masivamente a la Justicia, como ya ha comenzado a suceder. Este enfrentamiento pone de manifiesto la complejidad política y financiera que atraviesa Argentina en un momento crucial, marcado por desafíos económicos y tensiones entre el gobierno central y las provincias. La posible intervención de la Corte podría ser el próximo capítulo en esta disputa en aumento.