Corea del Sur: tras revocarse la ley marcial, la oposición presiona para destituir a Yoon Suk-yeol
La crisis política en Corea del Sur se intensifica luego de que el presidente Yoon Suk-yeol revocara la ley marcial que había impuesto de manera fugaz, bajo una fuerte presión de la oposición y la ciudadanía. Ahora, el mandatario enfrenta una moción parlamentaria que podría llevar a su destitución.
El Partido Demócrata (PD), principal fuerza opositora, junto con otras cinco agrupaciones políticas, presentó este miércoles una moción en el Parlamento para cesar a Yoon de su cargo. La votación está prevista para el viernes 6 o sábado 7 de diciembre, dentro del plazo de 72 horas establecido por la ley.
El Partido del Poder Popular (PPP), oficialista pero con minoría en la Asamblea Nacional, también ha mostrado fisuras internas. Han Dong-hoon, líder del PPP, calificó como «errónea» la decisión de imponer la ley marcial, mientras que algunos legisladores de su partido votaron a favor de su revocación.
La oposición, que controla 190 de los 300 escaños parlamentarios, está cerca de alcanzar los 200 votos necesarios para destituir a Yoon, un desenlace que marcaría un hito en la política surcoreana.
El PD ha denunciado que la imposición de la ley marcial constituyó «una clara violación de la Constitución», al restringir derechos fundamentales como la libertad de reunión y la protesta. Estas medidas fueron revocadas rápidamente tras una ola de indignación pública y movilizaciones masivas.
Miles de ciudadanos se congregaron frente a la Asamblea Nacional en Seúl para exigir la renuncia del presidente. A pesar de la orden inicial de prohibir reuniones públicas bajo la ley marcial, los manifestantes continuaron desafiando las restricciones, intensificando la presión social sobre el gobierno.
Con un panorama político adverso, Yoon enfrenta no solo la posibilidad de ser destituido, sino también un creciente rechazo popular que podría complicar aún más su mandato. Mientras tanto, la comunidad internacional sigue de cerca los acontecimientos, dado el impacto que la inestabilidad política podría tener en la región.
