Corea del Norte presenta su «misil más potente del mundo», pero expertos dudan de su eficacia en combate
Corea del Norte ha afirmado que su nuevo misil balístico intercontinental, el Hwasong-19, es “el más fuerte del mundo” tras una prueba de lanzamiento realizada el jueves. Según la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte, el misil, supervisado por el líder Kim Jong Un, representa una muestra de la “determinación norcoreana de defenderse de amenazas externas”. Sin embargo, expertos internacionales han puesto en duda la efectividad real del Hwasong-19 en un escenario de combate.
A pesar de su gran tamaño —superando los 28 metros—, los analistas advierten que su volumen podría limitar la movilidad y, por ende, exponerlo a ataques preventivos. Lee Sangmin, del Instituto Coreano de Análisis de Defensa, señala que “los vehículos de lanzamiento de misiles de este tamaño tienen menor maniobrabilidad, lo que afecta su capacidad de supervivencia en situaciones de guerra”.
El misil, que posiblemente utiliza combustible sólido —lo que lo hace más rápido y difícil de detectar en comparación con los misiles de combustible líquido—, carece aún de tecnología crítica para misiones de largo alcance, como la reentrada atmosférica y el control de trayectoria. Chang Young-keun, experto del Instituto de Investigación de Estrategia Nacional de Corea en Seúl, subraya que el tamaño del misil pudo haber facilitado su detección anticipada por los servicios de inteligencia de Corea del Sur, revelando que «tal exposición lo convierte en un blanco fácil en caso de conflicto».
Este lanzamiento ha generado reacciones inmediatas en la comunidad internacional. Los ministros de Asuntos Exteriores de Corea del Sur, Estados Unidos y Japón condenaron la prueba, acusándola de violar resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, y reafirmaron su compromiso para frenar el avance nuclear norcoreano. Mientras tanto, Corea del Sur y Estados Unidos llevaron a cabo ejercicios conjuntos con drones militares, mostrando su preparación ante las crecientes amenazas de Corea del Norte.
Con la creciente colaboración entre Pyongyang y Moscú, varios países temen que Corea del Norte pueda acceder a tecnología avanzada rusa que le permita perfeccionar sus sistemas de misiles, un desarrollo que añade tensión al delicado equilibrio de seguridad en la región.