Corea del Norte eleva su retórica contra Seúl en el 30° aniversario de la muerte de Kim Il-sung
En el 30° aniversario de la muerte de Kim Il-sung, fundador de Corea del Norte, la propaganda del régimen ha intensificado su retórica contra Corea del Sur. La situación se ha agravado después de que Seúl reanudara ejercicios militares cerca de la frontera, considerados por Pyongyang como una provocación.
Kim Il-sung, fundador de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), falleció el 8 de julio de 1994. Desde entonces, su figura ha sido objeto de culto y propaganda estatal. En este aniversario, la prensa oficialista, como el diario Rodong Sinmun, ha publicado múltiples artículos ensalzando su legado y destacando visitas de ciudadanos norcoreanos a monumentos en su honor.
En Pyongyang, se llevaron a cabo numerosas ceremonias, incluyendo el envío de cestas florales de asociaciones nacionales y mensajes de líderes extranjeros, como el presidente sirio Bashar al-Asad. En su mensaje, al-Asad elogió a Kim Il-sung por su liderazgo en la liberación de Corea y su apoyo a movimientos antiimperialistas a nivel global.
Tensiones con Corea del Sur
La relación entre las dos Coreas ha sido históricamente tensa, y los últimos años no han sido la excepción. Pyongyang ha intensificado su retórica contra Seúl, acusándolo de ser el principal enemigo y criticando las maniobras militares surcoreanas. La reciente reanudación de ejercicios militares por parte de Corea del Sur, suspendidos en 2018, ha exacerbado las tensiones. Estas maniobras son vistas por Corea del Norte como una amenaza directa a su seguridad.
Kim Yo-jong, hermana de Kim Jong-un y vicedirectora del Departamento de Propaganda y Agitación del Partido de los Trabajadores, emitió una declaración condenando estas acciones. Afirmó que las maniobras militares son «una provocación inexcusable» y advirtió que la situación regional está «a punto de explotar» debido a los «juegos de guerra» de Estados Unidos y sus aliados.
La influencia de Estados Unidos en la península coreana sigue siendo significativa. Washington ha intentado mediar en las tensiones a través de propuestas de diálogo, pero Pyongyang ha ignorado estos esfuerzos. En cambio, Corea del Norte ha fortalecido sus relaciones con Rusia, buscando apoyo en su disputa con Seúl y Washington.
Las relaciones de Corea del Norte con otros países también son cruciales en este contexto. La cooperación con Rusia se ha intensificado, y la visita de Kim Jong-un al Palacio del Sol para rendir homenaje a sus antecesores contó con la presencia de altos funcionarios del régimen, subrayando la importancia de mantener la unidad interna frente a las amenazas externas.
El aumento de la retórica y las maniobras militares en la península coreana tienen un impacto significativo en la estabilidad regional. La comunidad internacional, incluida la ONU y países como China, sigue de cerca estos desarrollos, intentando mediar y prevenir una escalada mayor.
La conmemoración del 30° aniversario de Kim Il-sung no solo es una reafirmación del culto a su personalidad, sino también una oportunidad para Pyongyang de fortalecer su narrativa contra Seúl y mostrar su disposición a defender su soberanía. La situación actual subraya la necesidad de un diálogo continuo y medidas de confianza mutua para evitar un conflicto abierto en la península.
