Conflicto por el acarreo: Tensión entre Jorge Macri y Horacio Rodríguez Larreta

La controversia sobre la licitación del sistema de acarreo en la Ciudad de Buenos Aires ha reavivado la interna del PRO, poniendo a Jorge Macri y Horacio Rodríguez Larreta en el centro del conflicto. Las acusaciones de irregularidades en la preadjudicación han provocado una escalada de tensiones, mientras que el gobierno porteño intenta manejar el conflicto con el Sindicato de Camioneros.

Jorge Macri ha expresado públicamente sus sospechas sobre la licitación del sistema de acarreo, apuntando a posibles irregularidades en las firmas y procedimientos. Según Macri, algunas firmas se realizaron después de que los funcionarios habían dejado sus cargos, lo cual podría constituir un acto impropio. Por su parte, colaboradores de Larreta señalan que Macri, como exministro de Gobierno, no había mencionado estos problemas en su momento.

Desde el entorno de Larreta, se subraya que uno de los objetivos de la licitación era evitar la participación de las empresas que habían gestionado el acarreo durante años. Argumentan que Macri, durante su tiempo como ministro, nunca planteó este tema como un problema, y recalcan que cualquier respuesta pública dependerá de la evolución de las repercusiones.

En paralelo, el gobierno porteño, representado por Clara Muzzio, ha negociado con Hugo Moyano para aliviar la tensión con el Sindicato de Camioneros. El sindicato temía que la estatización del servicio implicara la municipalización de los 310 trabajadores, pero se acordó que estos continuarían bajo la órbita de SBASE, garantizando su estabilidad laboral y manteniendo el convenio con Camioneros.

El conflicto con Camioneros también resultó en una protesta que afectó la recolección de residuos en la ciudad. Según fuentes del gobierno, esto fue una presión del sindicato, que tiene vínculos con las empresas involucradas en la preadjudicación. Se sospecha que la protesta buscaba asegurar la continuidad de contratos favorables para estas empresas.

Ante la anulación de la preadjudicación, el gobierno porteño se tomará seis meses para evaluar el servicio de acarreo, no descartando un nuevo llamado a licitación con condiciones distintas. Sin embargo, queda la incógnita sobre cómo reaccionará el Sindicato de Camioneros si sus empresas no resultan favorecidas en el futuro.

Jorge Macri ha defendido su posición en entrevistas, destacando su preocupación por el contrato y confirmando que había discutido el tema con Rodríguez Larreta. Por otro lado, Facundo Del Gaiso, diputado porteño, ha acusado al sindicato de extorsión, argumentando que su verdadero interés radica en mantener el negocio con las grúas, no en proteger los puestos de trabajo.