Colapso del consumo con tarjetas de crédito.
El consumo con tarjetas de crédito y los préstamos en pesos al sector privado en Argentina experimentaron un nuevo retroceso en enero, según un informe de First Capital Group. La subida de precios supera el aumento de ingresos, lo que impide la actualización de los límites de crédito y contribuye a una caída anual drástica en los préstamos.
En enero, las compras con tarjetas de crédito registraron un movimiento de $5.966.247 millones, un aumento del 11,1% nominal respecto a diciembre. Sin embargo, esta subida queda por debajo de los valores de la inflación estimada para el período. En términos interanuales, el incremento del stock de deuda contraída con tarjetas de crédito fue del 160,7%, pero nuevamente quedó por debajo de los niveles de la inflación estimada del año, resultando en una disminución en términos reales.
La utilización del programa Cuota Simple, que reemplaza a los programas anteriores como ‘Ahora 6, 12, 18’, se espera que ayude a recuperar la cartera de tarjetas. El programa permite comprar productos y servicios con tarjeta de crédito en 3 o 6 cuotas fijas con una tasa de interés especial.
Las compras en dólares con tarjetas de crédito tuvieron un aumento interanual del 29,5%, aunque con un comportamiento mensual irregular alternando alzas y bajas.
En cuanto a los préstamos al sector privado, el informe muestra que el total alcanzó los $17,3 billones en enero, con un aumento en los últimos 365 días de $10,1 billones, equivalente al 138,9% anual. Estos valores se sitúan muy por debajo de la inflación del período. La variación mensual fue de $1.044 mil millones, un incremento del 6,4% en valores nominales, también por debajo del aumento de precios proyectado.
La línea de préstamos personales aumentó en términos nominales durante el mes, pero el crecimiento del 7,2% en términos reales queda lejos de representar un verdadero aumento.
El informe destaca que el sector privado se aleja de los bancos como fuente de financiamiento, y los bancos vuelcan su atención hacia las tarjetas de crédito en lugar de préstamos personales. La relación actual entre ambos segmentos es de 75% para tarjetas y 25% para préstamos personales, en comparación con un 50% para cada segmento en el pasado reciente.