China responde a las amenazas comerciales de Trump: «Nadie ganará una guerra arancelaria»
La relación comercial entre Estados Unidos y China vuelve a tensarse tras las recientes declaraciones de Donald Trump, presidente electo de EE.UU., quien ratificó su intención de imponer un arancel adicional del 10% a todos los productos provenientes del gigante asiático a partir de 2025. La medida, según Trump, busca presionar a China para frenar la llegada de fentanilo a suelo estadounidense y proteger empleos locales.
En respuesta, Liu Pengyu, portavoz de la Embajada de China en Estados Unidos, aseguró que “la cooperación económica entre ambos países es mutuamente beneficiosa” y advirtió que “nadie ganará una guerra comercial o arancelaria”.
Trump y su política contra el fentanilo
Desde su plataforma Truth Social, Trump argumentó que el incremento arancelario es una represalia por la presunta falta de acción de China para detener la exportación de precursores químicos del fentanilo, un opioide que ha causado una crisis de salud pública en Estados Unidos, con más de 150 muertes diarias por sobredosis.
«He hablado repetidamente con China sobre el envío de fentanilo a nuestro país, pero ha sido en vano. Prometieron castigar con la pena de muerte a los responsables, pero nunca lo hicieron. Las drogas siguen entrando a niveles récord, principalmente a través de México», afirmó Trump.
La postura de China
Liu Pengyu rechazó estas acusaciones, afirmando que «la idea de que China permite deliberadamente la entrada de precursores químicos a EE.UU. no tiene fundamento». Además, destacó que ambas naciones retomaron las comunicaciones regulares entre sus agencias antinarcóticos y que China ha tomado medidas concretas en colaboración con Estados Unidos.
“China ha informado a las autoridades estadounidenses sobre avances en operaciones conjuntas contra el narcotráfico y ha respondido a sus solicitudes en casos específicos”, aseguró Liu.
Tensión económica y antecedentes
Esta no es la primera vez que Trump utiliza medidas arancelarias contra China. Durante su mandato en 2018, desató una guerra comercial al imponer tarifas a productos chinos, lo que generó represalias del país asiático y afectó el comercio global. En esta nueva etapa, Trump busca reforzar su postura proteccionista, argumentando que la medida ayudará a salvar empleos y revitalizar la economía estadounidense.
La comunidad internacional observa con atención este renovado enfrentamiento comercial, que podría tener un impacto significativo en la economía global y en las relaciones entre las dos mayores potencias del mundo.