China advierte a Estados Unidos sobre la ayuda militar a Taiwán: «Dejen de armar a la isla»

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En medio de crecientes tensiones en el Estrecho de Taiwán, China ha urgido este lunes a Estados Unidos a «dejar de armar a Taiwán», luego de que el presidente estadounidense, Joe Biden, aprobara un paquete de ayuda militar de 567 millones de dólares para fortalecer las defensas de la isla. La reacción desde Pekín refleja una preocupación cada vez mayor ante el apoyo continuo de Washington al gobierno taiwanés, lo que ha exacerbado las tensiones entre ambas potencias.

En una conferencia de prensa, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Lin Jian, declaró que «la mayor amenaza para la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán son las actividades separatistas», haciendo referencia a los movimientos proindependentistas de Taiwán. Además, afirmó que estos movimientos reciben un fuerte respaldo de «fuerzas externas dirigidas por Estados Unidos», lo que según él, alimenta la discordia en la región.

El desafío de la independencia de Taiwán

China considera a Taiwán como una provincia rebelde desde 1949, cuando las fuerzas nacionalistas chinas se retiraron a la isla tras ser derrotadas por las fuerzas comunistas en la guerra civil china. Desde entonces, Taiwán ha sido gobernado de manera autónoma, pero Pekín nunca ha renunciado a la posibilidad de utilizar la fuerza para lograr la «reunificación» con la isla.

El actual presidente taiwanés, William Lai, ha sido acusado por China de ser un líder separatista, dado su fuerte enfoque soberanista y su defensa de una mayor autonomía para la isla. Lai ha expresado su frustración por los retrasos en las entregas de armamento estadounidense, una postura que ha sido respaldada por Estados Unidos, que sigue siendo el principal proveedor de armamento de Taiwán.

Lin Jian fue contundente al señalar que la independencia de Taiwán es «un callejón sin salida» y que el intento de Estados Unidos de respaldar militarmente esta independencia solo conllevará consecuencias negativas. «La insistencia de Estados Unidos en ayudar a la independencia por la fuerza hará que Washington acabe sufriendo las consecuencias de sus propias acciones», advirtió el portavoz chino, subrayando que ninguna cantidad de armas cambiará la determinación de China de defender su soberanía e integridad territorial.

La reacción de Pekín al paquete de ayuda militar

El paquete de ayuda militar aprobado por Joe Biden incluye la autorización de hasta 567 millones de dólares en artículos y servicios de defensa del Departamento de Defensa de Estados Unidos, así como en educación y capacitación militar para las fuerzas taiwanesas. La medida ha sido vista como parte de un compromiso continuo de Washington con la defensa de Taiwán, especialmente en un contexto donde las maniobras militares chinas en la región han aumentado considerablemente.

Según el comunicado emitido por la Casa Blanca, Biden delegó en el secretario de Estado, Antony Blinken, la autoridad para gestionar esta asistencia militar. Aunque el comunicado no detalló los artículos específicos que se incluirán en el paquete, es probable que esté orientado a mejorar la capacidad defensiva de Taiwán frente a posibles agresiones militares chinas.

Antony Blinken, en declaraciones previas, ha reiterado que el apoyo a Taiwán es clave para mantener el equilibrio de poder en la región del Indo-Pacífico, y que Estados Unidos continuará asegurándose de que la isla pueda defenderse adecuadamente.

Un conflicto persistente

La situación en el Estrecho de Taiwán sigue siendo uno de los principales puntos de fricción en las relaciones entre China y Estados Unidos. Pekín ha dejado claro que no tolerará ningún movimiento que sugiera una independencia formal de Taiwán y ha aumentado la frecuencia de sus ejercicios militares cerca de la isla. Por su parte, Washington ha dejado abierta la posibilidad de intervenir militarmente en caso de un conflicto armado, una postura que ha sido reiterada en varias ocasiones.

La aprobación del paquete de ayuda militar por parte de Biden se produce en un momento de alta tensión, con ambos países reforzando sus posturas en la región. En abril de este año, el presidente estadounidense promulgó una ley que aumentaba la asistencia militar a Taiwán y otros aliados en la región del Pacífico, con una financiación de 2.000 millones de dólares en asistencia militar extranjera y 1.900 millones adicionales a través del programa de Autoridad Presidencial de Reducción (PDA), que permite a Washington transferir equipo militar directamente desde sus arsenales a Taiwán.

La respuesta de China: el principio de «una sola China»

Una de las principales exigencias de China a la comunidad internacional, y especialmente a Estados Unidos, ha sido el respeto al principio de «una sola China», que reconoce a Pekín como el único gobierno legítimo de China, incluyendo a Taiwán dentro de su territorio. Este principio ha sido aceptado por la mayoría de los países del mundo, aunque Estados Unidos mantiene relaciones diplomáticas no oficiales con Taiwán y sigue siendo su principal proveedor de armas.

Lin Jian instó nuevamente a Washington a respetar este principio, advirtiendo que la postura de Estados Unidos solo exacerbará las tensiones en la región. «No importa cuántas armas proporcione Estados Unidos a Taiwán, ello no hará tambalear nuestra firme determinación de oponernos a la independencia de Taiwán y defender la soberanía nacional y la integridad territorial», reiteró.

¿Hacia dónde se dirigen las relaciones entre Estados Unidos y China?

Con este nuevo paquete de ayuda militar, queda claro que las tensiones entre China y Estados Unidos en torno a Taiwán no se resolverán fácilmente. Ambos países parecen estar inmersos en una competencia estratégica en la región del Indo-Pacífico, y la situación en Taiwán sigue siendo un punto central de esta disputa.

El viaje del presidente de Taiwán, William Lai, a Estados Unidos en meses anteriores también ha sido interpretado por Pekín como una provocación, y se espera que el gobierno chino responda con más medidas militares y diplomáticas para disuadir a Washington de seguir apoyando a Taiwán.

Por ahora, el riesgo de un conflicto abierto entre China y Taiwán, con la posible intervención de Estados Unidos, sigue siendo una de las principales preocupaciones geopolíticas a nivel mundial, ya que cualquier escalada en la región podría tener repercusiones globales significativas.

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