Chile lidera la revolución energética en el control de tráfico aéreo.
En un hito histórico para la aviación y la sostenibilidad, Chile ha inaugurado la primera estación de control de tráfico aéreo del mundo alimentada completamente por energía renovable. Ubicada en el desierto de Atacama, la estación, operada por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), marca un avance significativo en la adopción de tecnologías limpias en infraestructuras críticas.
El proyecto, concretado gracias a una solicitud de propuestas emitida por la DGAC en 2021 para mejorar la infraestructura de control de tráfico aéreo en zonas desérticas, fue llevado a cabo en colaboración con la empresa francesa Thales. Con un enfoque en la sostenibilidad y la eficiencia energética, Thales implementó un sistema que se basa en 340 paneles solares y sistemas de almacenamiento de energía adyacentes para abastecer las operaciones de la estación.
Luciano Macaferri, director general de Thales en Brasil, destacó la importancia de este proyecto visionario, señalando: «Nuestro equipo ya había estado trabajando en desarrollos tecnológicos basados en fuentes de energía alternativas durante algunos años, por lo que decidimos asumir este desafío». Esta iniciativa no solo representa un logro tecnológico, sino también un esfuerzo conjunto para abordar los desafíos logísticos y preservar el patrimonio arqueológico local en colaboración con comunidades indígenas.
La estación de control de tráfico aéreo en Calama, al norte de Chile, no solo demuestra el potencial de las energías renovables en entornos desafiantes, sino que también resalta el compromiso de Chile con la mitigación del cambio climático y la transición hacia una economía más limpia y sostenible.
Este hito en Chile podría servir como un modelo inspirador para otros países y aeropuertos, impulsándolos a adoptar energías renovables y reducir su huella de carbono en la gestión del tráfico aéreo. Además, la expansión global de iniciativas similares por parte de Thales, explorando fuentes de energía eólica e hidroeléctrica, promete un futuro más sostenible para la aviación a nivel mundial.
En resumen, la inauguración de esta estación de control de tráfico aéreo 100% renovable en Chile marca un paso crucial hacia un futuro más limpio, eficiente y sostenible en la gestión de la aviación y las infraestructuras críticas.
