Chía: La semilla del futuro en el noroeste Argentino

La chía, conocida por sus múltiples beneficios nutricionales, está emergiendo como una opción prometedora para los agricultores del noroeste argentino. Esta semilla ancestral, rica en ácidos grasos omega-3, fibra, proteínas y antioxidantes, no solo mejora la salud cardiovascular, sino que también regula el azúcar en la sangre y mejora la digestión.

Investigación y Adaptabilidad

Un equipo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en Salta está investigando el manejo agronómico de la chía para optimizar su cultivo. La palabra «chía» proviene del náhuatl y significa «fuerza», reflejando sus propiedades energéticas y nutritivas. Desde tiempos precolombinos, la chía ha sido apreciada por su valor nutricional y su uso en ceremonias religiosas y como moneda de intercambio.

Martín Acreche, coordinador del equipo de Ecofisiología del INTA Salta, resalta que la chía se adapta bien a las condiciones climáticas específicas del noroeste argentino, ofreciendo una excelente alternativa para diversificar los cultivos tradicionales como soja, maíz y tabaco. Actualmente, la superficie cultivada de chía en Argentina es de aproximadamente 40,000 hectáreas, con fluctuaciones debido a factores climáticos y variabilidad en los precios internacionales.

Prácticas Óptimas de Cultivo

El equipo del INTA Salta ha determinado que la ventana óptima para sembrar chía es desde la última semana de enero hasta mediados de febrero. Identificaron un período crítico para el rendimiento del cultivo, que va desde la expansión del sexto par de hojas hasta la floración. Durante este lapso, es vital prestar atención al cultivo para asegurar su máximo rendimiento. Los estudios recientes indican que una densidad de 21 plantas por metro cuadrado, con un espaciado de 0,26 metros entre surcos, permite un mejor aprovechamiento de la luz y una mayor competencia con las malezas.

Beneficios Económicos y Nutricionales

La chía no solo ofrece beneficios para la salud, sino también una oportunidad económica valiosa y sostenible para los agricultores del noroeste argentino. Este superalimento, con su riqueza en nutrientes esenciales, proporciona una alternativa saludable para los consumidores y una fuente de ingresos prometedora para los productores. La investigación en curso del INTA busca maximizar estos beneficios, adaptando y optimizando las prácticas de cultivo de chía para las condiciones específicas de la región.