Canadá en alerta ante la inminente temporada de incendios forestales
Las autoridades se preparan para hacer frente a una potencial amenaza devastadora para los bosques del país.
Canadá, conocido por sus vastas extensiones de bosques, se encuentra en estado de alerta mientras se prepara para enfrentar una posible temporada de incendios forestales que podría ser igualmente devastadora que la del año pasado, según advirtieron las autoridades este jueves.
El ministro de Emergencias de Canadá, Harjit Sajjan, alertó sobre la situación en una conferencia de prensa, señalando que más de 70 incendios forestales ya están activos, especialmente en la región occidental del país, donde la sequía ha exacerbado el problema. Algunos de estos incendios han estado ardiendo desde el año anterior, lo que subraya la gravedad de la situación.
Las condiciones climáticas actuales, caracterizadas por sequías prolongadas y temperaturas inusualmente altas, son el caldo de cultivo perfecto para la propagación de incendios forestales de gran magnitud. El invierno también ha dejado su marca, con condiciones más secas y cálidas de lo normal, elevando las temperaturas promedio del país en 5,2 grados Celsius por encima de los registros históricos.
El ministro canadiense subrayó que los incendios forestales representan un desafío significativo para Canadá en medio del cambio climático global, que intensifica los impactos de estos desastres naturales.
En 2023, Canadá se vio obligada a solicitar ayuda internacional debido a la magnitud de los incendios, recibiendo apoyo de más de 5.000 bomberos extranjeros de países como Estados Unidos, México, Costa Rica, España, Francia, Australia y Nueva Zelanda.
Ante esta realidad, las autoridades canadienses han intensificado sus esfuerzos para mejorar la preparación y respuesta ante incendios forestales. Se han implementado medidas preventivas, como programas de gestión forestal y campañas de concientización pública sobre el riesgo de incendios. Además, se están fortaleciendo las capacidades de respuesta con inversiones en equipos de extinción y una mayor coordinación interinstitucional para una acción más eficiente en caso de emergencia.