Australia apuesta por la producción Nacional de paneles solares con una inversión multimillonaria.

El Gobierno de Australia ha anunciado una importante iniciativa para impulsar la producción local de paneles solares, con el objetivo de avanzar hacia una transición energética y económica en el país. Esta medida se presenta en un contexto en el que Australia ostenta la tasa más alta del mundo de hogares equipados con paneles solares.

Conocida por su compromiso con las energías renovables, Australia ha destinado más de 650 millones de dólares australianos (unos 652 millones de dólares estadounidenses o 603 millones de euros) al programa Solar SunShot. Esta iniciativa tiene como objetivo no solo fomentar la producción de placas solares a nivel local, sino también consolidar la posición del país como líder mundial en energías limpias.

El primer ministro australiano, Anthony Albanese, subrayó la importancia estratégica de esta inversión, destacando que aunque un tercio de los hogares australianos ya cuentan con paneles solares, solo el 1 % de estos son fabricados en el país. Albanese enfatizó que Australia no puede permitirse ser dependiente de una cadena de suministro global y que debe aprovechar sus recursos para liderar la transición hacia un futuro más sostenible.

Esta nueva inversión se suma a los esfuerzos continuos del Gobierno australiano en la lucha contra el cambio climático, con más de 40.000 millones de dólares australianos comprometidos desde 2022. Entre los objetivos establecidos se encuentra que el 82 % de la red energética provenga de fuentes renovables para 2030, junto con la reducción de emisiones y la búsqueda de la neutralidad de carbono para 2050.

La energía solar se ha destacado como una solución eficaz en la búsqueda de fuentes de energía renovable. Los paneles solares funcionan convirtiendo la luz solar en electricidad a través de células fotovoltaicas. Esta electricidad, inicialmente de corriente continua (CC), se transforma en corriente alterna (CA) mediante un inversor solar, haciéndola utilizable en el sistema eléctrico del hogar.

Además de contribuir a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, los paneles solares permiten el almacenamiento y la distribución de la electricidad excedente, proporcionando así una mayor independencia energética y promoviendo un entorno más sostenible y resiliente.