Aumentan las tensiones en Jerusalén por el inicio del Ramadán.
En medio de la festividad religiosa musulmana del Ramadán, la ciudad de Jerusalén se encuentra sumida en una creciente tensión debido a una serie de detenciones y operativos de seguridad llevados a cabo por las autoridades israelíes en Jerusalén Este y Cisjordania.
En las últimas semanas, la Policía israelí ha informado sobre la detención de cerca de 20 palestinos en Jerusalén Este, acusados de «incitación y apoyo al terrorismo». Estas acciones se han intensificado con la llegada del mes sagrado del Ramadán, período en el que se teme que las tensiones puedan escalar aún más.
La presencia de asentamientos ilegales en Jerusalén Este ha sido un punto álgido en el conflicto entre Israel y los palestinos, y ahora, con el inicio del Ramadán, la situación se vuelve aún más delicada. La Explanada de las Mezquitas, que alberga la Mezquita de Al-Aqsa y el Domo de la Roca, es un epicentro de las tensiones, especialmente durante este período religioso.
El Ejército israelí también ha llevado a cabo incursiones nocturnas en campos de refugiados palestinos, lo que ha provocado aún más preocupación entre la población local. Los palestinos consideran la Explanada de las Mezquitas como un símbolo nacional de resistencia, lo que ha llevado a manifestaciones y enfrentamientos en años anteriores.
En medio de este panorama tenso, países mediadores como Catar, Egipto y Estados Unidos están intensificando sus esfuerzos para alcanzar un acuerdo de tregua entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza. El objetivo es evitar una escalada de la violencia durante el mes sagrado del Ramadán y permitir que los musulmanes celebren sus festividades de manera segura.
A pesar de estos esfuerzos, las tensiones en Jerusalén siguen en aumento, y tanto Israel como las autoridades palestinas están en alerta máxima para mantener la calma durante este período crítico. La esperanza de celebrar un Ramadán pacífico y seguro parece desafiada por la persistente inestabilidad en la región.
