Ataque Iraní en Erbil desata respuesta de Irak.

El pasado lunes por la noche, la Guardia Revolucionaria iraní llevó a cabo un devastador ataque con misiles en la ciudad de Erbil, Irak, dejando un saldo de al menos cuatro civiles muertos. En respuesta, el Ministerio de Exteriores de Irak expresó su repudio y anunció planes de presentar una queja formal ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

A través de un comunicado oficial, el Ministerio de Exteriores de Irak anunció su firme condena al ataque, asegurando que el Gobierno iraquí «tomará todas las medidas legales» para abordar la situación. Entre estas medidas, destaca la presentación de una queja formal ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Las autoridades iraquíes denunciaron que los misiles impactaron en «lugares residenciales seguros», causando la muerte de al menos cuatro civiles. Se informó que uno de los misiles alcanzó la casa del empresario kurdo Peshraw Dizayee, resultando en su fallecimiento y dejando a sus familiares heridos.

En el comunicado, el Gobierno de Irak considera el ataque como «una agresión contra la soberanía y la seguridad del pueblo iraquí y un abuso de buena vecindad». Estas acciones por parte de Irán generan tensiones en la región y amenazan la estabilidad de Irak.

La Misión de Naciones Unidas en Irak (UNAMI) también condenó enérgicamente el ataque, calificándolo como «una violación de la soberanía y la integridad territorial» del país. La comunidad internacional observa con preocupación los eventos, instando a la contención y la búsqueda de soluciones diplomáticas.

La Guardia Revolucionaria de Irán afirmó que el ataque tenía como objetivo objetivos vinculados al grupo terrorista Estado Islámico (EI) y a «espías del régimen sionista (Israel)» en territorio de Irak y Siria. Irán sostiene que el lugar atacado era un «centro para desarrollar operaciones de espionaje y planificación de acciones terroristas», vinculado al espionaje israelí.

Este nuevo episodio de violencia aumenta la tensión en la región, subrayando la necesidad de un diálogo pacífico y soluciones diplomáticas para evitar una escalada mayor en el conflicto entre Irán e Irak. La comunidad internacional espera que el Consejo de Seguridad de la ONU aborde la situación y promueva la estabilidad en la zona.