Este domingo, una iglesia en Estambul, Turquía, fue objeto de un feroz tiroteo durante la celebración de la misa. Dos hombres enmascarados abrieron fuego en la Iglesia de Santa María Draperis, resultando en la trágica muerte de una persona.

Ataque sin reivindicación inmediata.

Las autoridades turcas informaron que ningún grupo ha reivindicado el atentado hasta el momento. Se ha iniciado una investigación para esclarecer los hechos, según declaró el ministro del Interior, Ari Yerlikaya.

Desde el Vaticano, el papa Francisco expresó su solidaridad con la comunidad católica afectada por el ataque. Durante la oración del Ángelus en la plaza de San Pedro, el papa dijo: «Expreso mi cercanía a la comunidad de la iglesia Santa María Draperis de Estambul, que durante la misa fue objeto de un ataque armado que dejó un muerto y varios heridos.»

Escape de fieles y condena del gobierno Turco.

Testigos en el lugar mencionaron que los fieles que se encontraban en la iglesia, ubicada en el barrio de Sariyer en la parte europea de Estambul, huyeron en masa tras el ataque. Imágenes transmitidas por televisión mostraron la presencia de policías y una ambulancia en la escena.

El ministro del Interior, Ari Yerlikaya, condenó enérgicamente el ataque calificándolo como «despreciable». En diciembre pasado, las fuerzas de seguridad turcas realizaron detenciones de individuos sospechosos de pertenecer al grupo yihadista Estado Islámico, acusados de planear atentados contra sinagogas, iglesias y la embajada de Irak en Turquía.

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