Asesinato del alcalde electo de Copala.
El lunes 17 de junio de 2024, Salvador Villalba, alcalde electo del municipio de Copala en Guerrero, México, fue asesinado por un grupo de hombres armados. Este trágico evento subraya la creciente violencia en México y el peligro que enfrentan los políticos en el país.
Villalba, un capitán retirado de la Marina y miembro del partido local México Avanza, fue atacado mientras viajaba en un autobús por la carretera federal Acapulco-Pinotepa Nacional. El ataque ocurrió a las 2:48 hora local, en el poblado de San Pedro Las Playas. Los asaltantes interceptaron el autobús, obligaron a Villalba a descender y lo asesinaron con al menos cuatro disparos. Una mujer resultó herida en el incidente.
Villalba había sido elegido durante las elecciones del 2 de junio, las cuales fueron consideradas las más violentas en la historia reciente de México. Desde el inicio de su campaña, Villalba había recibido amenazas de grupos criminales, razón por la cual contaba con protección de la Guardia Nacional. Sin embargo, estas medidas no fueron suficientes para evitar su asesinato.
Tras el ataque, la escena del crimen fue acordonada por policías ministeriales para que peritos de la Fiscalía General del Estado pudieran realizar las investigaciones correspondientes. Hasta el momento, no se han realizado detenciones. Fuera de las instalaciones del Servicio Médico Forense (SEMEFO), una camioneta de la Guardia Nacional con seis policías resguardaba el cuerpo de Villalba.
El asesinato de Villalba no es un caso aislado. El 29 de mayo, José Alfredo Cabrera, candidato a la alcaldía de Coyuca de Benítez en Guerrero, también fue asesinado. Estos incidentes forman parte de una alarmante tendencia de violencia contra políticos en México. El gobierno informó que, durante la campaña electoral, al menos 22 aspirantes fueron asesinados. Sin embargo, grupos independientes, como la consultora Integralia, documentaron hasta 34 homicidios políticos, elevando la cifra total a más de 250 cuando se incluyen los asesinatos de asesores, funcionarios y familiares de los candidatos.
La violencia en México ha alcanzado niveles alarmantes. En mayo de 2024, se registraron 2.657 homicidios, siendo Guerrero uno de los estados más afectados con 676 asesinatos, la octava cifra más alta en el país.
El asesinato de Villalba ha provocado una fuerte reacción tanto a nivel nacional como internacional. Organizaciones de derechos humanos, partidos políticos y ciudadanos han condenado el ataque y han exigido justicia. Los medios de comunicación han resaltado la gravedad de la situación, instando al gobierno a tomar medidas más efectivas para garantizar la seguridad de los políticos y de la población en general.
La comunidad de Copala, conmocionada por el asesinato de su alcalde electo, se encuentra en un estado de incertidumbre y miedo. Villalba era visto como una figura de esperanza para el municipio, y su muerte ha dejado un vacío significativo. Los residentes han organizado vigilias y marchas pacíficas para honrar su memoria y exigir justicia.
El gobierno federal, junto con las autoridades estatales, ha prometido intensificar las investigaciones para encontrar a los responsables del asesinato de Villalba. Además, se están evaluando medidas adicionales para mejorar la seguridad de los políticos, especialmente en las zonas más afectadas por la violencia.
Expertos en seguridad y política han señalado que la violencia contra políticos es un reflejo de la influencia de los grupos criminales en la vida política del país. La falta de protección adecuada y la impunidad prevaleciente son factores que contribuyen a esta situación. Los analistas también han instado al gobierno a abordar las raíces del problema, incluyendo la corrupción, la falta de oportunidades económicas y la debilidad del sistema judicial.