Arabia Saudita ejecuta a dos ciudadanos.
Las autoridades de Arabia Saudita anunciaron la ejecución de dos ciudadanos, Abdelaziz bin Saleh Al Tawim y Sami Yizany, en la ciudad de La Meca. Ambos fueron condenados por «terrorismo» y el «asesinato de un efectivo de seguridad», crímenes que, según el Ministerio del Interior saudí, representaban una amenaza a la seguridad nacional.
La condena de muerte atravesó diversas instancias legales antes de ser llevada a cabo, incluyendo la emisión por el tribunal competente, la aprobación por el tribunal de Apelaciones y el Supremo, y la ratificación mediante un decreto real.
Según el comunicado del Ministerio del Interior, Al Tawim y Yizany fueron acusados de formar parte de una célula terrorista que tenía como objetivo asesinar a efectivos de seguridad. Se les imputa el reclutamiento de miembros, proporcionar financiamiento y escondites para llevar a cabo los planes criminales de la célula.
Este caso se suma a una serie de ejecuciones en Arabia Saudita en los últimos meses. En enero, cuatro emigrantes etíopes fueron condenados a muerte por asesinar a un sudanés. En 2023, el país llevó a cabo 172 ejecuciones, y en 2022, se registraron 196 ejecuciones, incluyendo 81 en un solo día, marcando la cifra más alta en las últimas tres décadas.
La aplicación de la pena de muerte en Arabia Saudita ha generado críticas y preocupaciones a nivel internacional, siendo considerada una práctica que contradice los llamados a limitar su uso. Las autoridades sauditas mantienen su posición en la ejecución de sentencias de muerte como parte de su sistema legal.