Antiguos Cadillac Funerarios.
En el tranquilo Departamento de Caleu Caleu, Argentina, un descubrimiento inesperado ha cautivado la atención de muchos, desenterrando una fascinante parte de la historia funeraria del país. Fernando Aguerre, mientras exploraba un antiguo granero, se encontró con un par de magníficos Cadillacs funerarios tallados en madera, desatando una ola de intriga y admiración en la comunidad local.
Estos vehículos, convertidos a partir de sedanes Cadillac Fleetwood Serie 60 Special de cuatro puertas del año 1942, han sido transformados en un carro de flores y un coche fúnebre, cada uno exhibiendo una exquisita carrocería de madera tallada a mano. Los patrones intrincados de remolinos y ondas, meticulosamente esculpidos, añaden un toque de elegancia y sofisticación a estos antiguos coches funerarios.
Se cree que la inspiración para estas obras maestras de la artesanía provino de antiguos carruajes tirados por caballos, que Aguerre encontró en las cercanías. Aunque una placa de metal en uno de los autos lleva el nombre del carrocero argentino «Hermida y Nazzi», los orígenes precisos de estos vehículos y su fabricante continúan siendo un enigma.
Fernando Aguerre, un argentino nativo que ahora reside en California, se ha comprometido a restaurar estos autos históricos, con la esperanza de encontrar un lugar adecuado para exhibirlos. Su búsqueda no solo busca preservar la belleza y el legado de estos Cadillac funerarios antiguos, sino también compartir su importancia cultural y su contribución a la historia del transporte en Argentina.
Este descubrimiento ha despertado un renovado interés en la comunidad local y más allá, ofreciendo una mirada fascinante a una época pasada donde el estilo y la elegancia se extendían incluso hasta el último viaje de una persona. Los antiguos Cadillac funerarios, testigos de la elegancia en la despedida final, continúan dejando una impresión perdurable en aquellos que tienen el privilegio de contemplarlos.