Áñez repudia movilización militar en Bolivia: Un llamado a la democracia

0

En un reciente pronunciamiento, la expresidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, condenó enérgicamente la movilización militar en el país. En un mensaje difundido a través de sus redes sociales, Áñez sostuvo que el presidente actual, Luis Arce, y el exmandatario Evo Morales, deberían abandonar el poder mediante un proceso democrático en las elecciones de 2025.

Áñez, quien asumió la presidencia de manera interina tras la renuncia de Morales en 2019, expresó su preocupación por lo que considera una amenaza al orden constitucional de Bolivia. Según ella, la movilización de tropas es una señal alarmante que apunta a la intención del gobierno actual de perpetuarse en el poder a través de medios no democráticos.

La situación en Bolivia ha sido tensa desde las elecciones de 2019, cuando Morales fue reelegido en medio de acusaciones de fraude electoral. Las protestas y disturbios subsecuentes llevaron a su renuncia y a la asunción de Áñez como presidenta interina. Durante su mandato, Áñez se enfrentó a críticas tanto internas como externas, y finalmente fue arrestada en 2021, acusada de terrorismo, sedición y conspiración.

Desde la elección de Luis Arce, del Movimiento al Socialismo (MAS), en 2020, Bolivia ha vivido un período de relativa estabilidad, aunque con constantes tensiones entre el gobierno y la oposición. Las acusaciones de Áñez sobre la movilización militar son el último episodio en esta continua lucha por el poder y la legitimidad democrática en el país.

El presidente Arce y Evo Morales, líder del MAS, han defendido la movilización de tropas como una medida necesaria para garantizar la seguridad nacional y mantener el orden. Según ellos, la oposición está utilizando tácticas de desestabilización que podrían poner en peligro la democracia y la paz en Bolivia.

En un discurso reciente, Arce afirmó: «No permitiremos que intereses externos y grupos minoritarios desestabilicen nuestro país. La movilización de nuestras fuerzas es una medida preventiva para asegurar que la democracia y el orden constitucional se mantengan intactos».

Por su parte, Morales ha sido más explícito en su apoyo a la movilización militar, señalando que «la derecha golpista» está intentando nuevamente tomar el poder por la fuerza. «No podemos permitir que los mismos que causaron el caos en 2019 vuelvan a desestabilizar Bolivia», declaró Morales.

La comunidad internacional ha seguido de cerca la situación en Bolivia. Organizaciones de derechos humanos y gobiernos extranjeros han expresado su preocupación por la creciente militarización y han instado a todas las partes a buscar soluciones pacíficas y democráticas a sus diferencias.

La Organización de Estados Americanos (OEA) emitió un comunicado en el que llama al diálogo y al respeto del proceso democrático. «Es crucial que todas las partes en Bolivia respeten el estado de derecho y trabajen juntas para resolver sus diferencias a través de medios pacíficos y democráticos», afirmó el secretario general de la OEA, Luis Almagro.

Jeanine Áñez ha instado a los ciudadanos bolivianos a mantenerse firmes en la defensa de la democracia y a prepararse para las elecciones de 2025. En su mensaje, hizo un llamado a la unidad de todas las fuerzas democráticas para garantizar un proceso electoral transparente y justo.

«El futuro de Bolivia depende de nuestra capacidad para defender la democracia y rechazar cualquier intento de perpetuar el poder a través de la fuerza», dijo Áñez. «Debemos unirnos y trabajar juntos para asegurar que en 2025 tengamos unas elecciones libres y justas que reflejen la voluntad del pueblo boliviano».

Áñez también pidió a la comunidad internacional que mantenga la vigilancia sobre Bolivia y apoye los esfuerzos para asegurar un proceso democrático en el país. «La comunidad internacional juega un papel crucial en la defensa de la democracia en Bolivia. Su apoyo y vigilancia son esenciales para garantizar que nuestras elecciones sean libres y justas», concluyó.

Las elecciones de 2025 serán un momento crucial para Bolivia. Después de años de tensiones políticas y sociales, el país tendrá la oportunidad de reafirmar su compromiso con la democracia y el estado de derecho. Sin embargo, las preocupaciones sobre la movilización militar y las acusaciones de ambos lados del espectro político sugieren que el camino hacia unas elecciones pacíficas y transparentes no será fácil.

El gobierno de Arce deberá trabajar arduamente para demostrar su compromiso con la democracia y asegurar que el proceso electoral sea libre y justo. Esto incluirá permitir la participación de todas las fuerzas políticas y garantizar que los organismos electorales operen con independencia y transparencia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Ir al contenido