Amenazas de Irán contra Israel: Netanyahu afirma que están preparados tanto para defenderse como para atacar
Las tensiones entre Irán e Israel han alcanzado nuevos niveles de peligrosidad, con ambos países intercambiando amenazas y acusaciones en un clima de creciente inestabilidad en el Medio Oriente. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha respondido con firmeza a las recientes advertencias de Irán, afirmando que Israel está preparado tanto para defenderse como para lanzar ataques preventivos si fuera necesario. Esta escalada retórica y militar pone en riesgo la paz y la seguridad regional, y podría tener implicaciones de largo alcance en el panorama geopolítico global.
Las hostilidades entre Irán e Israel no son un fenómeno reciente. Desde la Revolución Islámica de 1979, el régimen iraní ha adoptado una postura abiertamente hostil hacia Israel, al que se refiere como el «régimen sionista». Los líderes iraníes han reiterado en numerosas ocasiones su objetivo de destruir el Estado de Israel, lo que ha llevado a una relación marcada por la desconfianza, la retórica belicista y las acciones militares encubiertas.
Israel, por su parte, considera a Irán como la mayor amenaza a su seguridad, especialmente debido al programa nuclear iraní y su apoyo a grupos militantes antiisraelíes como Hezbollah en el Líbano y Hamas en Gaza. A lo largo de los años, Israel ha llevado a cabo ataques aéreos contra instalaciones militares y nucleares en Siria e Irak para evitar que estos países desarrollen capacidades que pudieran amenazar su seguridad. De manera similar, ha sido acusado de participar en operaciones encubiertas para sabotear el programa nuclear iraní, incluyendo el asesinato de científicos nucleares.
En este contexto, las recientes amenazas intercambiadas entre ambos países no son una anomalía, sino más bien la continuación de un conflicto prolongado que ha sido, en gran medida, librado en las sombras.
Las recientes amenazas de Irán
En las últimas semanas, altos funcionarios iraníes han intensificado su retórica contra Israel, advirtiendo de represalias severas si Israel continúa con sus supuestas actividades desestabilizadoras en la región. Estas amenazas han incluido la posibilidad de ataques directos contra instalaciones israelíes y objetivos de alto valor.
El general Hossein Salami, comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria de Irán, ha sido particularmente explícito en sus advertencias. En un discurso reciente, declaró que Irán tiene la capacidad de «aniquilar» a Israel y que cualquier movimiento agresivo por parte de Tel Aviv sería respondido con una fuerza devastadora. Estas declaraciones se produjeron en un momento de creciente tensión en la región, con informes de que Israel ha estado intensificando sus operaciones contra objetivos iraníes en Siria y otros lugares.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán también emitió un comunicado en el que afirmaba que la «paciencia estratégica» de Irán tiene un límite y que cualquier ataque preventivo por parte de Israel sería considerado un acto de guerra, con todas las consecuencias que ello conllevaría.
En respuesta a las crecientes amenazas de Irán, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha adoptado una postura firme y desafiante. En un discurso dirigido tanto a la población israelí como a la comunidad internacional, Netanyahu subrayó que Israel está preparado para enfrentar cualquier amenaza proveniente de Irán, ya sea mediante la defensa de su territorio o mediante ataques preventivos.
Netanyahu afirmó que «Israel no busca la guerra, pero tampoco la teme». Según el primer ministro, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) están en estado de alerta máxima y tienen la capacidad de responder de manera efectiva a cualquier agresión iraní. Además, reiteró que Israel no permitirá que Irán desarrolle armas nucleares, una línea roja que Tel Aviv ha mantenido durante años.
El discurso de Netanyahu también incluyó un llamado a la comunidad internacional para que aumente la presión sobre Irán, especialmente en relación con su programa nuclear y su apoyo a grupos terroristas. Netanyahu instó a las potencias mundiales a no repetir los «errores del pasado» al negociar con Irán y a garantizar que cualquier acuerdo futuro incluya salvaguardas estrictas que impidan a Teherán avanzar en sus ambiciones nucleares.
En un enfrentamiento potencial entre Israel e Irán, ambos países cuentan con fuerzas armadas poderosas y altamente capacitadas, aunque con diferentes enfoques estratégicos.
Israel posee uno de los ejércitos más avanzados tecnológicamente del mundo, con una capacidad aérea formidable, sistemas de defensa antimisiles sofisticados, y una presunta capacidad nuclear no declarada que serviría como último recurso disuasivo. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) tienen experiencia en operaciones militares rápidas y efectivas, especialmente en entornos hostiles y complejos como los del Medio Oriente.
Uno de los pilares de la estrategia defensiva de Israel es su sistema de defensa antimisiles, que incluye el famoso Domo de Hierro, diseñado para interceptar y destruir misiles de corto alcance y cohetes que amenacen zonas pobladas. Además, Israel cuenta con sistemas más avanzados como la Honda de David y la Flecha, que están destinados a interceptar misiles de mayor alcance, incluidos los balísticos. Estos sistemas, combinados con la superioridad aérea de la Fuerza Aérea Israelí, le otorgan a Israel una capacidad significativa para defenderse de ataques convencionales.
Irán, por otro lado, ha desarrollado una estrategia militar asimétrica, consciente de que no puede igualar el poderío militar convencional de Israel o de sus aliados, como Estados Unidos. En lugar de ello, Teherán ha invertido en el desarrollo de misiles balísticos de largo alcance, drones armados y una red de milicias proxy en toda la región, que incluyen a Hezbollah en el Líbano, las milicias chiítas en Irak y los hutíes en Yemen. Estas fuerzas proxy permiten a Irán proyectar poder y amenazar a Israel y a sus aliados desde múltiples frentes.
El programa de misiles balísticos de Irán es una de las principales preocupaciones de Israel, ya que estos misiles tienen la capacidad de alcanzar cualquier punto en Israel, incluidos los centros urbanos más poblados y las instalaciones militares críticas. A pesar de las sanciones internacionales y los esfuerzos diplomáticos para frenar este programa, Irán ha continuado desarrollando y perfeccionando sus capacidades balísticas.