Ali Jameneí insta a los países musulmanes a cortar lazos económicos y políticos con Israel
El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, ha hecho un llamado contundente a los países musulmanes para cortar sus relaciones económicas y reducir sus vínculos políticos con Israel. En la 38.ª Conferencia de Unidad Islámica, celebrada en Teherán, Jameneí condenó las acciones israelíes en Gaza, Cisjordania, Siria y Líbano, y urgió a la comunidad islámica a tomar medidas drásticas contra lo que calificó como un «régimen criminal y terrorista» que ocupa Palestina.
Propuestas de Ali Jameneí
Durante su intervención, Jameneí insistió en que el primer paso hacia la unidad del mundo islámico sería el corte total de las relaciones económicas con Israel. Según el líder iraní, las sanciones económicas por parte de los países musulmanes debilitarían a Israel, obligando a la comunidad internacional a reconsiderar su apoyo al Estado judío. Además, pidió que se intensifiquen los «ataques mediáticos» contra Israel, con el fin de exponer al mundo los crímenes cometidos en los territorios ocupados y en otros países de la región.
La postura de Jameneí se presentó en el contexto de los recientes ataques israelíes en el Líbano y la creciente tensión en la región. El líder iraní destacó la importancia de reducir los lazos políticos con Israel, lo que representaría un golpe diplomático a nivel mundial. Enfatizó que la comunidad islámica debe unirse y utilizar su «fuerza interior» para destruir a Israel, a quien considera un tumor canceroso en el corazón del mundo islámico.
La unidad islámica y el aniversario del profeta Mahoma
Aprovechando el contexto simbólico del aniversario del nacimiento del profeta Mahoma, Jameneí llamó a todos los países musulmanes a unirse en una lucha común contra Israel. Esta declaración no solo buscaba movilizar a las naciones musulmanas contra Israel, sino también fortalecer la unidad del mundo islámico frente a la influencia y la intervención de potencias extranjeras, particularmente Estados Unidos.
El líder iraní subrayó que el poder interno de la comunidad islámica es suficiente para «erradicar» lo que llamó el «tumor canceroso» de Israel y, al mismo tiempo, eliminar la influencia coercitiva de Estados Unidos en la región. La referencia a Estados Unidos no es sorprendente, dado que Irán ve a Washington como el principal aliado de Israel y un actor clave en los conflictos que afectan a Oriente Medio.
La histórica enemistad entre Irán e Israel
Irán e Israel mantienen una rivalidad que se ha intensificado a lo largo de las últimas cuatro décadas. Ambos países se consideran amenazas existenciales mutuas, y su competencia por la hegemonía regional ha llevado a una serie de enfrentamientos indirectos. Esta guerra encubierta se ha manifestado a través de ciberataques, asesinatos selectivos y operaciones de sabotaje en ambos lados.
Uno de los momentos más recientes que elevó la tensión entre ambos países ocurrió en abril, cuando Irán lanzó cientos de misiles y drones contra territorio israelí. Este ataque fue una represalia por el bombardeo de la embajada iraní en Siria, atribuido a Tel Aviv, que resultó en la muerte de siete miembros de la Guardia Revolucionaria iraní. Aunque los enfrentamientos no han escalado a un conflicto directo a gran escala, la tensión sigue latente.
El asesinato del líder de Hamás y la respuesta iraní
Otro episodio que ha exacerbado las tensiones entre Irán e Israel fue el asesinato en julio del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán, durante la investidura del presidente iraní, Masud Pezeshkian. Irán prometió vengar la muerte de Haniyeh, pero hasta la fecha, la represalia directa contra Israel no se ha producido. Sin embargo, este tipo de episodios no hacen más que avivar las hostilidades entre ambas naciones.
Irán ha mantenido un firme apoyo a grupos militantes como Hamás y Hezbolá, que están en guerra abierta con Israel. A través de esta relación, Teherán busca mantener la presión sobre Israel en múltiples frentes, mientras refuerza su liderazgo en la región como defensor de la causa palestina.