La TV Pública de Argentina se encuentra implementando medidas de ajuste en busca de reducir un déficit que superó los $20,000 millones en 2023 bajo la nueva administración. Estas acciones incluyen la suspensión de tradicionales segmentos, recortes en coberturas de festivales y la finalización de programas tercerizados.

Una de las primeras decisiones fue la suspensión de los móviles en la Costa, así como la interrupción de los noticieros de medianoche y fin de semana. Además, la TV Pública no enviará equipos de producción, conductores ni técnicos a los principales festivales del país, citando limitaciones presupuestarias. La transmisión del Festival de Cosquín, en particular, se encuentra en duda, ya que el presidente de Radio y Televisión Argentina (RTA), Javier Torre, expresó la necesidad de que la organización del festival proporcione las imágenes debido a restricciones financieras.

Se ha tomado la decisión de poner fin al sistema de tercerización de programas, que se había incrementado durante la gestión anterior. Contratos millonarios con productoras privadas que realizaban programas de televisión fueron eliminados, renovándose únicamente el contrato para «Cocineros Argentinos», con un ajuste significativo en el presupuesto para su decimosexta temporada.

Entre los programas afectados se encuentran los dos noticieros suspendidos y otras producciones, como las tiras diarias conducidas por Ernestina Pais, Coco Silly y Luli Trujillo y Pablo Caruso, entre otros. La TV Pública busca reestructurar sus contenidos y operaciones para hacer frente a los desafíos financieros, generando incertidumbre en la continuidad de diversos programas y eventos icónicos en la televisión argentina.

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