Agosto: El mes más intenso de lanzamientos de cohetes de Hezbolá hacia Israel
El conflicto entre Israel y Hezbolá ha alcanzado un nuevo nivel de tensión en el mes de agosto de 2024, con un número récord de lanzamientos de cohetes hacia el territorio israelí. La creciente actividad militar ha generado preocupación tanto en Israel como en la comunidad internacional, dado que estos ataques representan no solo una amenaza inmediata para la población civil, sino también un potencial catalizador para un conflicto más amplio en la región. Este artículo explora el contexto de estos ataques, los motivos detrás del aumento de los lanzamientos de cohetes y las posibles implicaciones para la seguridad regional.
Hezbolá es una organización político-militar chií con sede en Líbano, que ha sido una de las principales fuerzas opositoras a Israel desde su formación en la década de 1980. Si bien comenzó como una milicia de resistencia contra la ocupación israelí en el sur del Líbano, en las últimas décadas ha evolucionado hasta convertirse en una organización poderosa con influencia significativa en la política libanesa y apoyo militar de países como Irán y Siria. Hezbolá ha sido un actor clave en los conflictos entre Israel y Líbano, incluyendo la guerra de 2006, y ha seguido desempeñando un papel importante en las tensiones actuales en la región.
Uno de los métodos preferidos de ataque de Hezbolá contra Israel ha sido el uso de cohetes, una táctica que permite atacar objetivos en Israel desde el lado libanés de la frontera sin involucrarse directamente en una batalla terrestre. Esta estrategia ha sido utilizada de manera intermitente durante años, pero en agosto de 2024, la intensidad de los ataques alcanzó niveles sin precedentes, generando una respuesta contundente por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Aumento de la intensidad en los lanzamientos de cohetes
Agosto de 2024 marcó el mes más intenso en términos de lanzamientos de cohetes por parte de Hezbolá hacia Israel, según las fuentes de seguridad israelíes. Se estima que cientos de cohetes fueron disparados desde el Líbano hacia el norte de Israel, lo que obligó a miles de ciudadanos israelíes a buscar refugio en bunkers y refugios antiaéreos. Las ciudades más afectadas incluyen Kiryat Shmona, Nahariya, y Metula, todas ubicadas cerca de la frontera con Líbano.
Este aumento en los ataques con cohetes se produce en un contexto de creciente inestabilidad en la región. En los últimos meses, las tensiones entre Israel e Irán han escalado, y Hezbolá, como uno de los principales aliados de Teherán, ha intensificado su retórica y acciones militares contra Israel. Los líderes de Hezbolá han justificado los ataques como una respuesta a lo que consideran provocaciones israelíes, incluidos los ataques aéreos en Siria contra objetivos iraníes y pro-Hezbolá.
Además, el mes de agosto coincidió con varios acontecimientos políticos en Israel que podrían haber motivado a Hezbolá a aumentar la presión militar. La inestabilidad interna en Israel, marcada por protestas masivas contra la reforma judicial del gobierno y una creciente división política, ha sido vista por algunos analistas como una oportunidad para que Hezbolá y sus aliados aprovechen la debilidad percibida de Israel y aumenten sus ataques. Este contexto de debilidad interna podría haber incentivado a Hezbolá a escalar su campaña militar con el objetivo de crear una sensación de vulnerabilidad dentro de Israel.
La respuesta de Israel
Israel ha respondido con firmeza a los lanzamientos de cohetes de Hezbolá, lanzando ataques aéreos y de artillería contra posiciones de Hezbolá en el sur del Líbano. Las Fuerzas de Defensa de Israel han intensificado sus operaciones en la frontera, con el despliegue de más tropas y el aumento de la vigilancia aérea. El objetivo principal de estas operaciones ha sido destruir los lanzadores de cohetes y las infraestructuras utilizadas por Hezbolá para llevar a cabo sus ataques, así como disuadir a la organización de continuar con sus agresiones.
A pesar de los esfuerzos de Israel para detener los ataques, la naturaleza descentralizada de las operaciones de Hezbolá ha hecho que sea difícil neutralizar completamente la amenaza. La organización ha sido conocida por operar desde áreas densamente pobladas, utilizando a la población civil como escudo para evitar ataques directos. Esta táctica ha sido condenada por Israel, que sostiene que Hezbolá está poniendo en riesgo a civiles tanto en Líbano como en Israel.
Además de los ataques militares, Israel también ha intensificado sus esfuerzos diplomáticos para asegurar el apoyo internacional en la condena de los ataques de Hezbolá. El gobierno israelí ha solicitado al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que intervenga para frenar la escalada y ha instado a la comunidad internacional a imponer más sanciones a Irán, el principal patrocinador de Hezbolá.
